Con la revisión de esta ruta, hemos prescindido de una parte de los carriles bici de la comarca de l’Horta Sud. Y lo hemos hecho así para poder disfrutar de los agradables caminos de huerta por los que rodar y de los que nos hemos valido para realizar este renovado itinerario por la comarca.

0 km.
El km 0 de esta ruta comienza en la estación de Sant Isidre de las líneas 1 y 5 de Metrovalencia. Se trata de una estación de superficie, razón por la cual además de domingos, festivos y sábados por la mañana, podemos viajar con nuestra bici en días laborables y los sábados por la tarde, desde y hasta esta estación de la ciudad de Valencia.
Saldremos por la calle que enfrenta la estación: la c/ José Andreu Alabarta que dejaremos casi en su final por la izquierda, por la bocacalle anterior a la avenida en que se ha convertido el camí Nou de Picanya (es la prolongación de Archiduque Carlos). Cuando nos encontremos con las vías de la línea de tren de Renfe, veremos a nuestra derecha, bajo estas, el inicio del carril bici a Torrent.
0,7 km.
Inicio carril bici a Picanya-Torrent. Esta infraestructura viaria para bicicletas salva las rotondas de acceso al puente sobre el nuevo cauce del Túria. Esta separada bastantes metros de la autovía de Valencia a Torrent, pues discurre por un camino preexistente hasta entrar en el polígono industrial de Picanya.
4,4 km.
Al llegar a la altura del km 4.4 nos encontraremos con la rotonda donde acaba el polígono industrial de Picanya y comienza el puente que nos cruza sobre el barranco de Chiva y nos adentra en el casco urbano de Picanya. Pronto nos daremos cuenta de que Picanya es un municipio que fomenta la movilidad sostenible, con la mayoría de sus calles marcadas como calles 30 y sus carriles bici (que nos confundirán un poco pues aquí no son rojos sino verdes).
Por su parte, Picanya es un municipio de l’Horta Sud que cuenta, aproximadamente, con unos 10.500 habitantes. Aunque mantiene aún una parte de su economía basada en la agricultura, sus principales rentas las consigue de los servicios y la industria.
De Picanya destacaremos la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Montserrat. Se trata de un edificio del siglo pasado de modestas proporciones. La fachada es sencilla, lisa, con el campanario a la derecha, de planta cuadrada. El interior del templo se compone por tres naves longitudinales y otra transversal, en forma de crucero. La nave central posee una bóveda de cañón dividida en tres tramos. Por último, destacaremos del presbiterio el retablo en escayola, de estilo renacentista, con la imagen de Nuestra Señora de Montserrat.
También relevantes son los siguientes recursos patrimoniales y arquitectónicos del municipio: Ateneo y casa particular, en la Plaça Major, 5 y en la calle de l’Església, 2; conjunto urbano de la calle del Sol; antiguo casino hoy habilitado como Centro Cultural; chales de la estación; diferentes casas de tipología industrial, en la calle Bonavista, 25 y 27; chimenea del motor de Valero; motor de Giner; alquería de Raga; puente viejo y barandas del barranco; y conjunto urbano de la calle del Pilar.
Cruzamos el barranco por el carril bici, seguimos hasta la próxima rotonda y subimos hacia la izquierda por el puente que salva las vías del metro y que acaba en las puertas de Paiporta.
5,4 km.
Bajados del puente entramos por nuestra derecha (a la señal de centro urbano) en Paiporta.
Paiporta cuenta, aproximadamente, con 21.500 habitantes, y el pueblo está situado a unos 24 metros de altitud sobre el nivel del mar. Posee tres polígonos industriales dedicados principalmente a la industria de la madera y el mueble, los cuales sustentan principalmente la economía de la localidad. El sector agrícola es hoy un complemento de las rentas generadas por la industria y los servicios.
En Paiporta merece la pena visitar, al menos, la iglesia parroquial de San Jorge Mártir, edificio que se encuentra en la plaza principal del pueblo, inaugurado en 1754. En la fachada destaca un panel cerámico con la imagen de San Jorge y a su izquierda se encuentra una torre de dos cuerpos. El interior del edificio cuenta con tres naves, siendo la central de medio cañón. También de interés puede resultar la visita a la iglesia parroquial de San Ramón Nonato, y en el casco antiguo, la iglesia parroquial de la Inmaculada. Por otra parte, en un pequeño jardín de la plaza de Vicente Blasco Ibáñez, encontramos sobre un pedestal un busto, monumento a Fray Gabriel Ferrandis.
Debemos atravesar la población. Tarea fácil pues debemos seguir por el primer semáforo a la derecha, por la calle San Antonio que es de circulación en doble sentido. Nos guiaremos por los paneles de dirección que indican al polideportivo y secundariamente por los de la fundación Ruralcaja que dejaremos de seguir en el cruce con la calle Santa Ana. Seguiremos pues por la calle que llevamos (Maestre Serrano) hasta casi toparnos con el polideportivo. Dos cruces antes de este, veremos a nuestra derecha, al fondo de la calle que debemos tomar, una pinada. Tomamos rumbo hacia ella por la calle Catarroja.
7,2 km.
Llegados a la pinada a las afueras de Paiporta la contorneamos por nuestra izquierda y enseguida, a pie del muro en piedra que limita una propiedad privada, veremos el camino asfaltado y estrechísimo que nos llevara a través de la huerta de Paiporta en dirección sur.
7,9 km.
Nuestro estrecho camino de huerta se hace ahora de tierra. A nuestra derecha entre los huertos alcanzamos a ver el cementerio.
8,1 km.
Pasamos de largo un desvío a nuestra derecha. Seguimos por el camino hasta encontrarnos con la autovía y en paralelo a esta, hacia la derecha seguimos hasta una rotonda.
8,6 km.
Llegamos a una rotonda que da entrada a Catarroja y que tras atravesarla por un paso de peatones nos introduce en el siguiente tramo de carril bici de la comarca que recorreremos. Este tramo viene desde la pedanía de la Torre y como veréis es muy utilizado. Volvemos a encontrar otra rotonda que nos puede acercar a la localidad de Catarroja. Viven en este municipio unas 24.000 personas. Su núcleo urbano se sitúa a unos 11 metros de altitud sobre el nivel del mar. Su economía se basa principalmente en la industria y el sector servicios, aunque hasta hace no mucho tiempo, cuando el sector dominante era el de la agricultura, dominaban (y predominan todavía) los cultivos del arroz que dan a la Albufera.
De entre su amplio patrimonio arquitectónico destacan, principalmente, sus templos parroquiales. La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel fue construida al comienzo del siglo XVIII de mampostería, ladrillo y piedra. La torre-campanario es de planta rectangular y fue reconstruida durante el siglo pasado. El templo en general es de planta rectangular con una única nave cubierta por una bóveda de cañón. Encontramos a la derecha cuatro capillas laterales que se comunican. Por su parte, la iglesia de San Antonio de Padua la encontramos en la carretera a Valencia que atraviesa la población. La fachada es de ladrillo rojo visto y su interior es rectangular. De ella cabe destacar las vidrieras de los laterales de la artista Antonia Mir. Destaca también el Palau Vivanco, localizado en el Camí Reial, 22. Es un edificio de finales del siglo XVIII, que combina en la fachada principal el estilo neoclásico con elementos ornamentales del barroco tardío.
Este edificio fue declarado Monumento Histórico-artístico Nacional en el año 1981.Otros edificios de interés son: el del camino Reial, 47; calle de les Casetes d’Isidoro, 23; calle de l’Artesana, 12; calle de l’Olivar, 15; plaça Vella, 2; Ramón y Cajal, 27; la chimenea de la calle de Huelva; y el cementerio de Catarroja.
10 km.
Tercera rotonda, que separa Catarroja de Albal. Dejamos el carril bici (que acaba aquí) y entramos en Albal por una carretera sin arcén pero de corto trayecto.
En Albal son de visita imprescindible monumentos como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles (1697). La torre-campanario es de planta cuadrada y de ladrillo. El interior del templo consta de una sola nave cubierta por una bóveda de cañón con capillas laterales. Destaca la torre árabe, sin duda el edificio más antiguo de la ciudad. La técnica de tapial nos confirma su origen musulmán. Es de base cuadrada y tiene una altura de unos 15,5 metros. Otros monumentos interesantes de Albal para su visita pueden ser el Ayuntamiento, la conocida popularmente Casa del Bombo (edificio señorial del s. XVIII), la parroquia de San Carlos, el Hogar del Productor o Casino Republicano y el Sindicato Agrícola, con un buen mural.
Continuamos nuestro recorrido al entrar en Albal por el primer semáforo a la derecha en busca de la ermita de Santa Ana.
11,5 km.
Ermita de Santa Ana. Su edificio principal es obra medieval de estructura gótica, con bóveda de crucería. El edificio se ha ampliado varias veces. En su entorno se dispone de una zona recreativa, el polideportivo y un parque.
Rodeada de caminos asfaltados sus alrededores tienen más tráfico de lo esperado excepto el camino por el que nos desviaremos en dirección a Alcàsser y que se conoce como camí de la Muntanyeta. Desde la cancela de entrada a la ermita, retrocedemos pues unos metros y cogemos el estrecho camino asfaltado de la Muntanyeta.
12,4 km.
Cruce de caminos sucesivos a lo largo de 80 metros: primero seguimos a la derecha y después obviamos el de la derecha y seguimos de frente-izquierda.
13,1 km.
Llegamos a los márgenes del barranco del Realón y el camino que debemos coger a la derecha se hace de tierra. Al otro lado del barranco los muros, la entrada y al fondo los edificios de una gran propiedad agraria. Cruzamos el barranco y en seguida pasamos bajo la línea del AVE. De nuevo camino asfaltado.
14,2 km.
Desvío a la izquierda que no debemos coger.
Unos 200 metros después, cruzaremos la Acequia Real del Júcar. Esta importante acequia riega unas 24.500 ha. Su construcción fue iniciada por iniciativa del rey Jaume I con la idea de hacerla llegar hasta Almussafes. El rey Martí I l’Humà decidió prolongarla hasta el barranco de Catarroja (que es el trazado actual), pero este hecho no se produjo hasta bien avanzado el siglo XVIII. La Acequia Real toma sus aguas del azud de Antella, y después de cruzar y dar servicio de riego a gran cantidad de pueblos de la Ribera Alta y l’Horta Sud, muere en el barranco de Albal y, a través de él, desagua en la Albufera.
15,5 km.
Entramos en Alcàsser, tal vez acompañados por algún vecino a lomos de su bicicleta pues no son raras de encontrar en el paisaje urbano de la localidad. Después de todo es el pueblo natal de nuestro colega Ricardo Hernández autor entre otros de un viaje en bicicleta desde Alcàsser hasta Dakar y que relata en una trilogía.
Alcàsser, municipio de la comarca de l’Horta Sud, que cuenta con una población de 8.500 habitantes. Se encuentra situado a una altitud de 20 metros sobre el nivel del mar. Se localizan en su término varios polígonos industriales donde se hallan industrias de muebles, lámparas y productos químicos. Destacar también el cultivo de cítricos. Entre su patrimonio arquitectónico destaca la iglesia parroquial de San Mártir Obispo. El interior del edificio es armonioso, con una nave central dotada de crucero con cúpula sobre tambor y capillas laterales. El tramo del presbiterio se cubre con una bóveda de cañón. A la derecha de su fachada encontramos el campanario, de planta cuadrada.
Salimos de Alcàsser nada más entrar por nuestra derecha y hacia atrás, por el camí a Torrent.
16,2 km.
Cruzamos el barranco de Picasent y nos desviamos a la izquierda para remontar, por una carreterilla asfaltada, el barranco del Garroferal, tributario del de Picassent y confluyente con él unos metros más adelante.
17,4 km.
Atravesamos (ligeramente desviados a nuestra derecha) el Camí de Picassent a Torrent que no tiene arcén y si mucho tráfico rápido. Razones suficientes para prescindir de él para entrar en Picassent. Seguimos pues por un camino de tierra que nos pasará bajo la autovía primero y después bajo las vías de Ferrocarrils de la Generalitat (aprovechando el cauce seco del barranco del Alcaldet). Obviaremos cualquier desvío que salga desde nuestro camino y cuando nos encontremos que este acaba junto a la vía de Metrovalencia es cuando tomaremos por nuestra izquierda para enseguida por la derecha, por el barranco del Alcaldet, cruzar bajo la vía. Este pequeño barranco confluye precisamente en este paraje con la cañada de Ciscar, y los dos conforman el del Garroferal que hemos llevado hasta entonces a nuestra izquierda.
19 km.
Cruzamos por un curioso puente la cañada de Ciscar y a la derecha seguimos el camino 200 metros más, hasta encontrarnos con el cruce con la carretera que sale de Picassent bordeando la loma y urbanización de l’Alter. Subimos ligeramente por esta carreterilla hacia la izquierda en busca de Picassent.
A los 20.8 kms. entramos en Picassent.
21 km.
Estación de metro de Picassent.